jueves, 17 de junio de 2010

Educación Holista e Inteligencia Espiritual; Rosa Ana Sánchez Fletes

FUNDACIÓN RAMON GALLEGOS

Maestría en Educación Holista


 


 


EDUCACIÓN HOLISTA E INTELIGENCIA ESPIRITUAL


 

Rosa Ana Sánchez Fletes, Guadalajara, 2008


 


 

El Dr. Ramón Gallegos Nava ha publicado 25 libros sobre educación holista e inteligencia espiritual, es el maestro espiritual que más ha escrito a nivel mundial sobre estos dos temas, es ampliamente reconocido tanto en oriente como en occidente, este artículo está basado en sus libros. La educación holista es considerada el nuevo paradigma educativo para el siglo XXI; es un proceso integral para reestructurar la educación en todos sus aspectos; como nuevo paradigma nos provee de un marco global basado en lo mejor del conocimiento humano: artes, ciencias, tradiciones y espiritualidad, que da como resultado la transdisciplinariedad. Para poder desarrollar una concepción integral de los fundamentos de este paradigma emergente se debe desarrollar la capacidad de poder interrelacionar en un contexto integral los conceptos del aprendizaje, conocimiento e inteligencia, en un proceso de evolución de la conciencia para establecer un contexto holista; las dos cualidades inherentes del Ser para lograr el proceso de iluminación de la conciencia son la certidumbre y la inteligencia espiritual.


 

La educación holista es la educación del corazón espiritual de la humanidad, el corazón de la educación holista es la espiritualidad; la espiritualidad es un rasgo distintivo que la diferencia de otras visiones educativas que se alejan del verdadero fundamento del espíritu humano, la educación holista es algo que transforma nuestra existencia, no es solo un cambio intelectual o profesional, es un cambio muy profundo que llega hasta la esencia de lo que somos, recordando que nuestro Ser interior es uno con la base divina, es decir, somos seres espirituales teniendo una experiencia humana, lo cual nos sirve para reconocer nuestra verdadera naturaleza.


 

El fin y la base de la genuina educación es el amor universal, cuyo sentido es una orientación hacia la fraternidad y el bienestar de la humanidad, basados en la inteligencia y la certidumbre; la certidumbre es la luz interior del Ser, nace de la experiencia directa de la espiritualidad, no es luz que esté afuera, es una luz que está dentro que ilumina desde dentro del propio corazón, mientras que la inteligencia, es el supremo discernimiento del Ser, ambos se juntan en el camino del amor universal, el camino de la filosofía perenne.


 

Ramón Gallegos nos dice que la inteligencia y la certidumbre son la luz interior de la compasión, ésta es la cualidad que nos permite a los educadores tratar a los estudiantes como seres humanos, interesarse genuinamente por ellos, escucharlos, dialogar, respetar su individualidad, indagar juntos las preguntas fundamentales de la vida sin imponerles conclusiones, permitiéndoles que realicen su viaje interior. La educación holista es un proceso de continua indagación y de aprendizaje permanente sobre nosotros mismos y nuestra relación con el Kosmos que propicie el despertar de la inteligencia holista, de nacimiento y desarrollo de la propia certidumbre, para vivir concientemente con alegría.


 

La inteligencia es el recurso para conocernos a nosotros mismos de manera profunda en el contexto kosmico en que nos encontramos; el autoconocimiento es la base de la sabiduría, la prudencia y la responsabilidad. Sabiduría, amor y compasión, son los tres componentes centrales de toda práctica espiritual, es lo que llamamos el triple camino del ser, nos llevan a nuestro hogar espiritual, que está en nuestro propio corazón. La práctica educativa debe ser una expresión del triple sendero donde el acto educativo debe ser un acto de sabiduría, amor y compasión, entonces descubriremos que somos seres espirituales.


 

Entonces, podemos asegurar que el educador holista nutre lo mejor del estudiante, incrementa sus capacidades cognitivas, su capacidad de amar, la certidumbre, el orden interno, la paz interior, la ecuanimidad, la compasión, la generosidad, la creatividad, la paciencia, y sobre todo, la felicidad, entre otros valores que se integran por la inteligencia espiritual. La inteligencia espiritual es un proceso de discernimiento y experiencia individual a través del cual nos identificamos con los valores universales, y reconocemos que toda vida es sagrada, que todos los seres humanos son hermanos espirituales, que el amor es la naturaleza del kosmos, y que la verdad es, finalmente, una verdad espiritual.


 

La inteligencia ha sido definida en diferentes formas marcadas por el ojo predominante de la cultura educativa en la época en que ha sido concebida. A principios del siglo XX el concepto de inteligencia intelectual fue la gran novedad, Binet impulsó este concepto desarrollando los test de coeficiente intelectual (C.I.) y la inteligencia se entendió básicamente como una habilidad intelectual lógico-matemática, una habilidad para el desempeño técnico eficiente, visto desde con el ojo de la racionalidad instrumental proporcionado por el modelo mecanicista muy enraizado en esa época.


 

En 1983, Howard Gardner definió el término inteligencia a partir de tres criterios: capacidad de resolver problemas reales, capacidad de crear productos efectivos y el potencial para encontrar o crear nuevos problemas. Al definir la inteligencia como una capacidad, Gardner reconoce que ésta es dinámica, es decir, se puede y debe desarrollar; también, afirma que la brillantez académica no lo es todo, hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, elegir bien a sus amigos; por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal, triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto, no mejor ni peor, pero sí distinto.


 

Además, define la inteligencia como una capacidad, hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible, se nacía inteligente o no, la educación no podía cambiar ese hecho. Definir la inteligencia como una capacidad la convierte en una destreza que se puede desarrollar. Gardner no niega el componente genético, pero sostiene que esas potencialidades se van a desarrollar de una u otra manera dependiendo del medio ambiente, las experiencias vividas y la educación recibida.


 

Gardner reconoce las diversas facetas del conocimiento y desarrolló su teoría de las inteligencias múltiples. Entonces, éste ha pluralizado la inteligencia señalando que la inteligencia no solo es una habilidad lógico-matemática sino que hay otras siete formas de inteligencia como la corporal, verbal, espacial, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista.


 

Recientemente, surgió el concepto de inteligencia emocional, Daniel Goleman fue el gran promotor argumentando que tenía una importancia igual que la inteligencia intelectual ya que las emociones equilibradas nos permiten pensar mejor. Ahora ha surgido una nueva inteligencia que engloba a las dos anteriores y las supera, convirtiéndose en el centro del desarrollo para todos los campos de la experiencia humana: la inteligencia espiritual.


 

Ramón Gallegos nos dice que desde el concepto de inteligencia espiritual, la teoría de las inteligencias múltiples es muy interesante, pero en realidad todos los tipos de inteligencia de los que habla Gardner son combinaciones de la inteligencia emocional de primer nivel y la inteligencia intelectual de segundo nivel. En este sentido la teoría de las inteligencias múltiples es muy buena pero incompleta, porque se queda en los dos primeros niveles sin reconocer ni trabajar el tercer nivel que es incluyente e integrador. Solo desde la inteligencia espiritual, por ser el nivel superior, se puede entender la holarquía de las inteligencias en los tres niveles y reconocer la naturaleza y los objetivos de cada nivel.


 

El concepto de inteligencia espiritual nos ha permitido jerarquizar los niveles de la inteligencia, no solo señalar, que existen diferentes tipos de inteligencias, porque eso pone a todas las inteligencias en el mismo nivel. Si bien es muy importante reconocer la pluralidad de inteligencias no es suficiente, debemos también reconocer cuales son más incluyentes, cuales son superiores y cuales inferiores. La inteligencia espiritual nos permite, entonces, construir tres niveles básicos de inteligencia. La más básica es la inteligencia emocional, que está más relacionada con el cuerpo y es acerca de sentir. El segundo nivel lo ocupa la inteligencia intelectual que está más relacionada con el cerebro y es acerca de pensar. El tercer nivel lo ocupa la inteligencia espiritual y es acerca de ser. La inteligencia espiritual, como nivel superior, incluye a las inteligencias emocional e intelectual como partes constitutivas, pero ninguna de estas dos incluye a la inteligencia espiritual.


 

La inteligencia espiritual es capacidad de trascendencia, capacidad de hacer las cosas cotidianas con un sentido de lo sagrado, usar recursos espirituales en problemas prácticos, capacidad de actuar con conducta virtuosa basada en la gratitud, paciencia, humildad, compasión, sabiduría y amor universal. La inteligencia espiritual es la última vía de conocimiento, es el conocimiento directo del ojo del espíritu conociendo los significados últimos la usamos para clarificar posibilidades no realizadas, y para trascender el materialismo de la vida. La utilizamos para entender el sufrimiento humano y ponerle fin. La utilizamos para contestar a las preguntas filosóficas básicas y encontrar significado existencial y trascendental. La inteligencia espiritual es el acceso y uso del sentido, visión y valores para pensar y tomar decisiones responsables. Es la inteligencia que nos lleva a la totalidad y nos da nuestra integridad moral. Es el corazón de las inteligencias. La inteligencia del Ser profundo. La inteligencia transformadora que nos impulsa a la iluminación espiritual.


 

El Dr. Ramón Gallegos señala que la inteligencia espiritual es la que nos permite ser felices. Es el poder alcanzar y comprender la felicidad. Es la capacidad para conducir bien la propia vida, tomando el control y la responsabilidad de los pensamientos, sentimientos, acciones y valores, decidiendo la manera de responder a los eventos de la vida. La fuente de la felicidad viene de adentro, brota desde nuestra verdadera naturaleza, no depende de circunstancias externas. La Inteligencia espiritual es la capacidad de resolver los retos de la vida sin crear sufrimiento en los demás ni en uno mismo, es reconocer y valorar la vida misma. La inteligencia espiritual es la capacidad de tener en balance los propósitos materiales y el desarrollo emocional, intelectual y espiritual de tal manera que podamos ser felices a pesar de las circunstancias.


 

La inteligencia espiritual nos permite insertarnos creativamente en diversas situaciones, implica una alta autoconciencia, la percatación de uno mismo, la experiencia de testigo transpersonal . La inteligencia espiritual celebra el valor de la paz, ve la compasión como el interés genuino y profundo en el bienestar de todos los seres; la inteligencia espiritual es respeto, amor incondicional y paz interior y exterior.


 

Ramón Gallegos señala que la inteligencia espiritual es curativa, sanadora, es la única que puede curarnos definitivamente, solo la inteligencia espiritual puede garantizar una vida feliz, porque nos permite actuar con sabiduría y compasión, manteniendo la ecuanimidad en relación a las circunstancias, Es aquí donde entra la gran labor de la educación holista. A la luz de este nuevo concepto, el objetivo de la educación holista es desarrollar en los estudiantes la inteligencia espiritual, al hacerlo estaremos desarrollando todas las inteligencias de los niveles I y II.


 

BIBLIOGRAFIA.


 

- Gallegos Nava Ramón (2000) El espíritu de la educación. Integridad y trascendencia en educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2001) La educación del corazón. Doce principios para las escuelas holistas. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2001) Educación holista. Pedagogía del amor universal. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2001) Una visión integral de la educación. El corazón de la educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2001) Diálogos holistas. Educación holista y filosofía perenne I. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2003) Aprender a ser. El nacimiento de una nueva conciencia espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2003) Comunidades de aprendizaje. Transformando las escuelas en comunidades que aprenden. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2003) Pedagogía del amor universal. Una visión holista del mundo. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2004) Sabiduría, amor y compasión. Educación holista y filosofía perenne II. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2004) El Camino de la filosofía perenne. Educación holista y filosofía perenne III. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2005) Educación y espiritualidad. La educación como práctica espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


- Gallegos Nava Ramón (2007) Inteligencia espiritual. Más allá de las inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


 

RAMON GALLEGOS: INTELIGENCIA ESPIRITUAL

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